Hipotecas fijas o variables ¿Cuál es mejor?

¿Cuál es la mejor opción, una hipoteca a tipo fijo o variable? Esta es una de las interrogantes más habituales que se plantean las familias que consideran buscar un método de financiamiento para adquirir una vivienda, especialmente en un momento donde los intereses hipotecarios son más bajos en distintas modalidades.

Por lo tanto, si te sientes incierto sobre cuál modalidad de hipoteca es la más adecuada para ti, has llegado al sitio correcto. En este artículo, encontrarás toda la información necesaria que te permitirá hacer una elección que se adapte a tus necesidades.



¿Cómo seleccionar entre una hipoteca fija o variable según tu perfil como comprador?

Una de las primeras consideraciones que debes tener en cuenta al decidir entre una hipoteca fija o variable es que, no existe una opción que sea inherentemente mejor o peor, ya que realmente las ventajas y desventajas dependerán de tu perfil como comprador y de tu disposición a afrontar ciertos riesgos.

Hace unos años, las hipotecas a tipo fijo solían ser la alternativa más atractiva. No obstante, las condiciones actuales de las diversas hipotecas son considerablemente más favorables que en el pasado, por lo que, de hecho, las hipotecas variables se han convertido en una opción muy viable también.

La diferencia de precio entre ambas modalidades ya no es tan pronunciada, lo que ha hecho que la elección entre una u otra resulte un poco más compleja o confusa que anteriormente. Por ello, es recomendable considerar toda la información disponible para evitar malentendidos o decisiones equivocadas.



¿Cuánto tiempo planeas destinar a pagar tu hipoteca?

El lapso que tienes pensado para saldar tu hipoteca puede influir considerablemente en el tipo de hipoteca que deseas contratar. Por consiguiente, te sugerimos que tomes en cuenta la siguiente información:

Entre 10 y 15 años

La hipoteca a tipo variable ofrecerá pagos más bajos. En este caso, se estima que el Euribor permanecerá reducido durante aproximadamente 5 años, lo que hace que, en realidad, la hipoteca variable pueda ser más conveniente si planeas finalizar el pago en un período de 15 años o menos.

A partir de 20 años o más

La elección depende de los riesgos que estés dispuesto a asumir. Si prefieres una tasa constante y evitar cualquier tipo de incertidumbre, la hipoteca fija te proporcionará la estabilidad que necesitas. Sin embargo, si tu objetivo es contar con cuotas más económicas (al menos en los primeros años), la hipoteca variable podría ser la alternativa adecuada para ti.

¿Cuál opción es más recomendable según el plazo de pago?

Como mencionamos anteriormente, considera los siguientes puntos:

  • La hipoteca variable es la mejor opción si te interesa tener cuotas bajas al comienzo y puedes permitirte terminar de pagar en 15 años o menos.
  • La hipoteca fija es la más adecuada si priorizas la estabilidad y estás considerando pagar la hipoteca en 20 años o más.


¿Cuáles son las diferencias clave entre un interés fijo y uno variable?

Para tomar una decisión más informada respecto al tipo de hipoteca que se ajuste a tu perfil, es crucial entender la naturaleza de cada uno:

  • Interés variable: una de las características más destacadas de este tipo de interés es que está asociado a un índice de referencia (usualmente, el Euríbor). Esto implica que, si el índice aumenta, el tipo de interés también se incrementará; por el contrario, si el índice disminuye, el interés también se reducirá. Es una opción interesante cuando dicho índice cotiza a niveles bajos.
  • Interés fijo: tal como su nombre indica, este tipo de interés se mantiene constante durante toda la vigencia de la hipoteca, por
  • lo que realmente no estará influenciado por modificaciones en ningún indicador externo. Resulta ideal para aquellos usuarios que buscan certeza y no desean verse sorprendidos, ya sea por buenas o malas noticias.

En resumen, se podría afirmar que la principal distinción entre los dos tipos de hipotecas radica en que, mientras que la hipoteca fija mantiene invariable su tasa de interés, la hipoteca variable puede verse afectada por el Euríbor o cualquier otro indicador externo.



Pros y contras de la hipoteca fija

Si lo que realmente te interesa son las posibilidades que ofrece la hipoteca fija, es fundamental que comprendas sus beneficios y características principales; más allá del hecho de que estos intereses suelen ser adecuados para aquellos que prefieren no asumir riesgos y están dispuestos a abonar cuotas que, aunque mayores, permanezcan constantes.

Ventajas

Entre las características más sobresalientes de las hipotecas fijas se pueden resaltar:

  • Mayor seguridad: el hecho de que el interés sea fijo implica que siempre abonaremos la misma suma, así que no será relevante si el Euríbor fluctúa. Aunque este indicador esté en cero y parezca una excelente alternativa, las cosas pueden cambiar, lo que podría suponer un riesgo. Por lo tanto, optar por una hipoteca fija nos permitirá evitar sorpresas.
  • Cuotas constantes: en este segmento de hipotecas, el importe mensual no variará a lo largo de la duración del préstamo, así que desde el comienzo sabremos la cantidad exacta que debemos pagar cada mes, incluso antes de firmar el contrato. La tasa de interés de las hipotecas fijas no depende de nu ningún indicador externo, por lo que permanece constante.
  • Condiciones accesibles: en la actualidad, es posible encontrar hipotecas con tasas incluso por debajo del 2%, llegando hasta un 1,5% en plazos más cortos. Además, aunque generalmente los periodos son de 25 años, muchos bancos ofrecen extensiones hasta 30 años, asegurando así una cuota bastante manejable.

Desventajas

Aunque las hipotecas fijas han reducido sus desventajas, no significa que se hayan extinguido. Por eso, consideramos que hay algunos puntos negativos que debes tener en cuenta antes de decidir:

  • Carga de comisión de apertura más elevada: en términos generales, se puede afirmar que las hipotecas con tasa fija tienden a presentar una comision de apertura más alta en comparación a las hipotecas variables.
  • Penalizaciones por modificaciones: en algunas situaciones, este tipo de hipotecas pueden aplicar una comisión por amortización anticipada, que podría alcanzar hasta un 2% (1,5% si la cancelación se realiza en los primeros 10 años). Sin embargo, es importante señalar que esta penalización solo será válida si el banco puede demostrar que nuestra transacción le ocasionó una pérdida económica respecto a sus expectativas.
  • Cuotas mensuales más elevadas a corto plazo: debes tener presente que las hipotecas fijas usualmente tienen plazos cortos con tasas de interés más altas, lo que puede resultar en cuotas mensuales más costosas que las de una hipoteca variable, y por ende, requerir un balance superior para cubrir los pagos mensuales.


Pros y contras de las hipotecas variables

Si consideras que las hipotecas variables se alinean más con tus necesidades, es vital que cuentes con toda la información necesaria sobre este tipo de productos hipotecarios.

Ventajas

A continuación, exploraremos las diferentes ventajas que las hipotecas variables pueden brindarnos:

  • Menores costos iniciales: las hipotecas de este tipo actualmente suelen ser más asequibles, dado que en este momento los índices de referenciaque poseen la mayoría de los préstamos hipotecarios, el Euríbor, se encuentra en números negativos. A esto se le suma que múltiples entidades bancarias brindan diferenciales más accesibles (incluso por debajo del 1%) y periodos de amortización más extensos, lo que contribuye a que la cuota mensual resulte más manejable. De hecho, en varias localidades, la carga de la hipoteca tiende a ser más favorable que pagar un arrendamiento.
  • Comisiones reducidas: al contrastar con las hipotecas a tipo fijo, es posible notar que las hipotecas a tipo variable generalmente presentan menores comisiones y, en los casos donde sí existen comisiones, estas suelen ser considerablemente más económicas. Es relevante destacar que hay bancos que ofrecen este tipo de hipotecas sin comisiones, en especial las que operan exclusivamente en línea.
  • Amortización a plazos más prolongados: en la realidad, la mayoría de las instituciones financieras ofrecen plazos de amortización de hasta 30 años para la primera vivienda y 20 años para la segunda. No obstante, es factible hallar algunos bancos que brindan hipotecas a tipo variable con plazos de hasta 40 años. Sin embargo, es crucial recordar que al ampliar el plazo, las cuotas serán menores, lo que a largo plazo puede suponer un desembolso mayor.

Desventajas

Las hipotecas a tipo variable han resultado ser opciones verdaderamente atrayentes, pero es fundamental considerar que también presentan ciertos inconvenientes que no deberían subestimarse:

  • Incertidumbre: la principal desventaja que se puede observar en las hipotecas a tipo variable es que los tipos de interés se basan en un índice externo (Euríbor), lo que implica que la cuota que abonarás puede fluctuar en cada revisión, la cual puede ocurrir cada 6 o 12 meses. En otras palabras, el monto a pagar dependerá de las variaciones del índice, lo que significa que no tendrás control sobre la suma que deberás desembolsar.
  • Mayor exposición al riesgo: como se ha indicado durante el artículo, una de las principales desventajas de este tipo de financiamiento es que el Euríbor podría aumentar considerablemente en el futuro, lo que haría que las cuotas de tu hipoteca se incrementen notablemente. Esto puede ocasionar que termines pagando incluso más que con una hipoteca fija, lo que podría generar dificultades para seguir cumpliendo con el pago de la hipoteca.
  • Cuotas más elevadas en el primer año: por lo general, este tipo de hipotecas tiende a presentar un tipo inicial fijo más elevado. Esto significa que el interés se mantendrá constante durante los primeros 12 a 24 meses, después de lo cual el interés se adaptará al índice Euríbor.


Entonces, ¿cuál es la hipoteca más adecuada para ti?

A lo largo de este texto te hemos proporcionado una amplia gama de datos que pueden ser de gran utilidad para que tomes la mejor decisión posible.

Sin duda, puede ser un reto decidirse, considerando que actualmente el Euríbor se encuentra en sus niveles más bajos, lo cual ha llevado a los bancos a reducir los costos de sus hipotecas a tipo fijo. Además, resulta importante contemplar otros aspectos relevantes como el plazo máximo, siendo posible encontrar opciones que superen los 30 años.

Este procedimiento es una elección personal significativa que deberás hacer, por lo que esencialmente debes considerar tus ingresos y las cuotas máximas que puedes afrontar de forma holgada. Así, al lograr un balance adecuado entre mensualidades y plazos, podrás identificar la hipoteca que se ajusta mejor a tu situación.



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